Los días 3, 4 y 5 de julio de 2017 tuvo lugar el III Simposio de Escuelas hacia la Sostenibilidad en Valsaín (Segovia) organizado por ESenRED al que fueron invitados un centenar de educadores y educadoras de toda España incluído el coordinador de Ecoescuelas de La Madraza que presentó la charca de la Madraza. Este encuentro ha sido una oportunidad excepcional para aprender de otros centros educativos, conocer experiencias innovadoras, recoger ideas, reflexionar sobre el sentido de la educación, establecer contactos personales, etc. A continuación se resumen las ideas más interesantes a fin de tenerlas en cuenta en la organización del próximo curso.

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En primer lugar quiero destacar el equipo de personas que ha representado a la Red de Ecoescuelas de Andalucía por la calidad humana y la riqueza de las experiencias presentadas: Antonio Mérida y Antonio Morente (Marchena), Gabriel del Corral (Torre del Mar), Isabel Lara (Algeciras), María del Carmen Vaca y María Martínez (Almería), Pepa Moya (Huerto Alegre, Granada), Mónica Martín y Sebastián Gómez (Huelva), Natalia Gutiérrez y Sergio Recio (Programas Educativos de la Consejería) y Rosa Sánchez (Rincón de la Victoria). La convivencia con ellos y ellas me ha reafirmado en la importancia de caminar en red, apoyándose unos centros a otros. Hasta ahora hemos tenido algún contacto con el Colegio Ave María, el IES de Otura y el de Alhendín, pero habrá que seguir fomentando lazos con estos y con otros centros en el futuro.

La conferencia inaugural a cargo de Eduardo García (Universidad de Sevilla) trató sobre el decrecimiento y planteó que el cambio climático y el agotamiento de recursos requieren que ciertos contenidos adquieran protagonismo en la enseñanza (ciclos naturales, límites biofísicos, importancia del suelo) y que los alumnos y alumnas se entrenen en la resolución de problemas ambientales y sociales, en habilidades agrícolas, en el trabajo en equipo buscando la complementariedad… Se propuso profundizar en las propuestas de la permacultura.

La conferencia final trató sobre Aprendizaje-Servicio (ApS) impartida por Roser Batlle (Red Española de Aprendizaje-Servicio) que partió de la idea de que la finalidad de la educación es transformar el mundo. No basta con la sensibilización, los alumnos y alumnas tienen que realizar un servicio a la comunidad adaptado a su edad. Pero no se trata de un compromiso social aislado del aprendizaje sino que ambos procesos se deben producir simultáneamente. Roser Batlle expuso varios ejemplos de ApS en los que puso de manifiesto que los centros educativos tienen que establecer alianzas con asociaciones, entidades sociales, ayuntamientos…

Entre las experiencias presentadas destaco en primer lugar la de Antonio Mérida y Antonio Morente, dos maestros de Marchena, que combinan la preocupación ambiental, el compromiso social, la dinamización de sus centros y de la localidad en la que trabajan, todo ello con grandes dosis de simpatía y buen humor. Remitimos al vídeo «El jabón de Marchena» (20′) que resume su trabajo.

Me gustó mucho el planteamiento de la Ecoescuela del IES Miraya del Mar (Torre del Mar), un centro parecido a La Madraza lo que hace más fácil trasladar sus ideas. Llevan dos años en el Programa Ecoescuelas y alguno más aplicando el Programa Recapacicla. Su punto de partida era un centro con unas instalaciones frías y poco agradables y en pocos años han mejorado mucho incorporando bancos, mesas de juego, arbolado, huerto escolar, cuadros y esculturas. Todo ello reutilizando material donado por las familias, el Ayuntamiento y otras instituciones. En esta tarea han contribuido especialmente los departamentos de Tecnología, Plástica y Biología.  Al igual que nosotros suelen organizar un Día de Ecoescuela pero lo dedican monográficamente al reciclaje y también aprovechan la asignaturas de libre disposición de 1ºESO y 2ºESO para “Taller de Medio Ambiente y Reciclaje”.

El IES Miraya del Mar está enmpeñado en mejorar las relaciones sociales y el ambiente general del centro fomentando los saludos y unas relaciones afectuosas; se trata de humanizar el Instituto y convertirlo en un centro feliz.  Entre otras iniciativas, me llamó la atención la del Punto de Encuentro, una zona del patio que se convierte en lugar de reunión durante el recreo de los viernes. Ponen música y organizan un punto de venta de repostería solidaria. Se venden galletas, bizcochos y productos similares hechos, sobre todo, por el profesorado. La recaudación se destina a un fin solidario, generalmente ONGs con las que tienen alguna vinculación. A la cantidad recogida por esta vía se suma la que obtienen de la venta de artículos hechos con material reciclado desde una miniempresa que crean en el Taller de Medio Ambiente.

Este Instituto está especialmente sensibilizado con las personas LGTBI, han tratado el tema abiertamente y han realizado un taller de visibilización de alumnado trans que ahora se encuentra mucho más feliz en el Instituto.

El IES Miraya del Mar utiliza mucho Twitter como forma de comuniación ya que ésta vía es la más cercana al alumnado. El responsable de la cuenta de Twitter es un alumno.

Otro centro de Secundaria del que he aprendido mucho es el IES Torre Almirante de Algeciras, sobre todo, por el manejo de los residuos. Separan muchos tipos de residuos incluídos residuos peligrosos generados en los laboratorios y para cada uno de ellos tienen una empresa específica y se aseguran de que son gestores autorizados. Con respecto a los envases, disponen contenedores pequeños en pasillos y zonas comunes y el personal de limpieza se encarga de vaciarlo en el contenedor de la calle. Otra idea interesante de este centro: cada clase tiene su delegado o delegada ambiental. En esto coincide con otros centros como, por ejemplo la Escola L’Olivera (Barcelona) donde los delegados o delegadas ambientales surgen de un proceso electoral el que hay que elaborar programas que luego se defienden públicamente. Para informarse sobre las capacidades propias de un delegado o delegada ambiental conviene consultar la guía metodologíca de la CONFINT.

Del CEIP Josefina Aldecoa (Rincón de la Victoria) me ha interesado como han fomentado los desplazamientos al colegio en bicicleta y andando siguiendo el programa STARS de la DGT, el acolchado que practican en el huerto escolar, lo mucho que han avanzado en la reducción del consumo del papel aluminio y la importancia que dan a los aseos; de hecho la ponencia de Rosa Sánchez se titulaba «Aseos como en casa». Ver artículo de Aula Verde sobre esta ecoescuela.
Dos colegios rurales, uno en la provincia de Almería (CPR Valle de Andarax) y otro en Huelva (CPR Aderán), nos mostraron cómo se puede trabajar colaborativamente a pesar de la distancia. Fijaron una serie de tareas y talleres que se realizaron simultáneamente en ambos centros y luego organizaron un encuentro de los dos colegios en una granja escuela en la que estuvieron tres días, todo ello subvencionado por el programa Acción Magistral del BBVA.
Con respecto al problema de la energía, destaco la experiencia del IES Universidad Laboral de Málaga de organizar un sistema tipo Bla Bla Car para que se compartan coches en los desplazamientos al Instituto. También la idea del centro Igibide (Vitoria) de trabajar el consumo de productos de proximidad como forma de ahorro energético.

Para seguir enriqueciéndonos y creciendo como ecoescuela, animo al profesorado de La Madraza a participar en el Encuentro Regional de Ecoescuelas que tendrá lugar los días 24 y 25 de noviembre de 2017 en el Aula de Naturaleza Ermita Vieja de Dílar.

Pablo Acosta Robles.