En las dos primeras semanas de mayo han proliferado las algas filamentosas. Las ranas parecen estar cómodas descansando sobre las masas verdes flotantes. Sin embargo, el gran volumen de algas filamentosas y su descomposición posterior hace que el agua se empobrezca en oxígeno y se vuelva maloliente.
Las algas caráceas, en cambio, permanecenen el fondo generando un lecho que recuerda al césped donde se esconden muchos animalillos y dejan libre la parte superior de la columna de agua. Su crecimiento es más lento y se ven «asfixiadas» por las algas filamentosasu desarrollo se ve limitado por la algas filamentosas.
Por estas razones, el día 11 de mayo se procedió a una retirada masiva de algas filamentosas con el alumnado del «Taller de espacios verdes».
Durante este proceso pudimos observar una puesta de huevos de rana, que es la primera prueba de la reproducción de estos anfibios en nuestra charca. Son huevos más pequeños y de color más claro que los primeros que introdujimos (supuestamente de sapo común) y se encuentran en una peqeña masa gelatinosa. Aunque nuestra población de ranas es pequeña (cinco ejemplares) ya podemos afirmar que tenemos individuos de ambos sexos.