HAY GOLPES QUE LLEGAN AL CORAZÓN

María era una chica muy simpática y todos los pacientes la saludaban. Su novio le dijo que no saludara tanto, eso a ella no le gustó. Un día estando con un paciente él llegó muy alterado y en voz alta le gritó que estaba cansado de verla sonreír con otros. Ella estaba tan asustada que no hablaba con nadie por miedo a que su novio le gritara. Mirándose al espejo pensó que no tenía marcas en el cuerpo; pero sí en el corazón y ahí fue cuando abrió los ojos y le dejó.

                                           Rocío Fernández Samblás 2º ESO C