Podríamos afirmar que los poetas, los escritores en general, son esas personas que nos prestan sus escritos para poder transmitir de forma especial todo aquello que alguna vez pensamos, sentimos, soñamos, vivimos…y que vemos reflejado en bellas palabras.
José Agustín Goytisolo lo expresa muy bien en su poema El oficio del Poeta. En sus versos, el autor define su propia labor artística y subraya el valor de la palabra como algo que une a escritores y lectores, por encima, podríamos añadir, de épocas, fronteras, ideas o colores.
Que nuestros lectores se sientan los “auténticos dueños” de las palabras tan bien elegidas y disfruten con ello.
Carmen Onieva
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.