Desde hace un par de semanas ronda por LOS LUNES… POESÍA la memoria del poeta Miguel Hernández. Tirando de archivo hemos sabido  que el  pasado 28 de marzo abrió sus puertas el Museo Miguel Hernández- Josefina Manresa en conmemoración del 73 aniversario de su muerte, en la localidad jiennense de Quesada, de donde era originaria su mujer.

Miguel y Josefina se conocieron, como muchas parejas de aquella época,  en una feria, y “el poeta”, como así le llamaban las amigas de Josefina, acudía a cortejarla a los talleres de costura donde trabajaba.  Josefina comenzó a desempeñar junto a Miguel su papel de novia, esposa, madre y por último protectora de la memoria del poeta. Los poemas y las cartas de su marido desde la cárcel permanecieron enterrados en sacos y distribuidos por diversas casas de campo durante décadas.

El “Museo Miguel Hernández / Josefina Manresa” pone en valor esta faceta de Josefina Manresa en reconocimiento a una mujer inseparablemente unida a la memoria del poeta universal.

LOS LUNES…POESÍA trae para esta semana un precioso poema de Miguel Hernández a Josefina que da cuenta de esa ausencia en la cárcel que se vuelve vida y presencia gracias a sus cartas. Feliz semana de inicio del mes de mayo.

Tus cartas son un vino

Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento para mi corazón.

Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.

Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.

Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.