La entrega semanal de LOS LUNES…POESÍA corre en esta ocasión a cargo del gran poeta chileno y premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda. Sorprende que el poemario amoroso más leído y sentido de nuestra literatura sea una obra de juventud, publicada por el poeta con tan sólo 19 años.
Os invitamos a acercaros al Poema 15 en las voces de su autor, de Paco Ibañez, de Mercedes Sosa y de Alejandro Sanz. Gracias al compañero Jorge Fernández por llenar esta semana del mes de febrero de «enamorada poesía».
Os invitamos a acercaros al Poema 15 en las voces de su autor, de Paco Ibañez, de Mercedes Sosa y de Alejandro Sanz. Gracias al compañero Jorge Fernández por llenar esta semana del mes de febrero de «enamorada poesía».
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Poema 15 ( «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» de Pablo Neruda).
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.