Si hay una estación del año ligada a la poesía, al sentimiento, al amor… esa es sin duda la primavera. «Mañana de primavera» se titula el siguiente poema de Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura en 1956.

¡Mañana de primavera!

Vino ella a besarme, cuando

una alondra mañanera

subió del surco, cantando:

«¡Mañana de primavera!».

 

Le hablé de una mariposa

blanca, que vi en el sendero;

y ella, dándome una rosa,

me dijo. «¡Cuánto te quiero!

¡No sabes lo que te quiero!».

 

¡Guardaba en sus labios rojos

tantos besos para mí!

Yo le besaba los ojos…

– ¡Mis ojos son para ti;

tú para mis labios rojos!

 

El cielo de primavera

era azul de paz y olvido…

Una alondra mañanera

cantó en el huerto aún dormido.

Luz y cristal su voz era

en el surco removido…

¡Mañana de primavera!