En este “enamorado”  mes de febrero Los lunes… poesía quiere hacerse eco de la muerte hace unos días del polifacético escritor Félix Grande. Aficionado a la música, letrista y guitarrista, en su obra literaria está presente una honda angustia existencial, una gran preocupación por el hombre y por la injusticia sobre la que se alza la sociedad, así como el amor y el erotismo.

En esta ocasión proponemos un par de poemas, el primero de ellos, Poética, es una apuesta firme por la vida desde un concepto universal del amor. Si tú me abandonaras nos habla del amor desde una relación madura de pareja.

POÉTICA

Tal como están las cosas
tal como va la herida
puede venir el fin
desde cualquier lugar

Pero caeré diciendo
que era buena la vida
y que valía la pena
vivir y reventar

Puedo morir de insomnio
de angustia o de terror
o de cirrosis o de
soledad o de pena

Pero hasta el mismo fin
me durará el fervor
me moriré diciendo
que la vida era buena

Puedo quedar sin casa
sin gente sin visita
descalzo y sin mendrugo
ni nada en mi alacena

Sospecho que mi vida
será así y ya está escrita
Pero caeré diciendo
que la vida era buena

Puede matarme el asco
la vergüenza o el tedio

o la venal tortura
o una bomba homicida

Ni este mundo ni yo
tenemos ya remedio
Pero caeré diciendo
que era buena la vida

Tal como están las cosas
mi corazón se llena
de puertas que se cierran
con cansancio o temor

Pero caeré diciendo
que la vida era buena:
La quiero para siempre
con muchísimo amor

SI TÚ ME ABANDONARAS

Si tú me abandonaras te quedarías sin causa
como una fruta verde que se arrancó al manzano,
de noche soñarías que te mira mi mano
y de día, sin mi mano, serías sólo una pausa;

si yo te abandonara me quedaría sin sueño
como un mar que de pronto se quedó sin orillas,
me extendería buscándolas, con olas amarillas,
enormes, y no obstante yo sería muy pequeño;

porque tu obra soy yo, envejecer conmigo,
ser para mis rincones el único testigo,
ayudarme a vivir y a morir, compañera;

porque mi obra eres tú, arcilla pensativa:
mirarte día y noche, mirarte mientras viva;
en ti está mi mirada más vieja y verdadera.