La composición química del agua de la charca es aceptable según se desprende del test realizado con papel indicador. El agua se mantiene transparente y la eutrofización típica de la primavera-verano solo ha afectado a la charca unos pocos días.

En estas semanas con muchas horas de luz proliferan las eneas cuyas raíces reptan por el fondo de la charca lanzando tallos nuevos cada pocos centímetros. A veces, las larvas acuáticas de libélula trepan por estas plantas hasta salir al exterior para realizar su última muda y dejar abandonada la exuvia como la de la fotografía.

Los renacuajos de rana tienen un tamaño considerable aunque aún no muestran patitas; los renacuajos de sapo ya no se ven: algunos completaron la metamorfosis y muchos habrán sido comidos por sus depredadores.

Una rotura en una tubería provocó el encharcamiento del canal que bordea la pista deportiva que rápidamente fue detectado y colonizado por un grupo de ranas.

El jardín botánico se ha desbrozado más tarde que en años anteriores para facilitar que los pequeños invertebrados completen su ciclo vital, entre ellos la mariposa de la col que es relativamente abundante. Un gran número de abejas  se instaló en el hueco de la pared exterior del salón de actos y hubo que avisar a un apicultor para que las retirara.  En las noches del mes de junio hemos escuchado también el canto de los grillos y esperamos que el ecosistema continue aumentando en biodiversidad.

En el huerto se han recogido las últimas cebollas, ajos, acelgas  y lechugas. Durante los primeros días del verano todavía se recogerán algunos tomates; luego el suelo quedará protegido hasta el siguiente curso escolar. La protección se realiza con paja y cartón que impiden la insolación directa sobre el suelo, retienen la humedad y permiten el mantenimiento de la vida microbiana.