La composición química del agua de la charca del mes de junio es aceptable salvo por el valor elevado de cloro que no sabemos explicar.
El aspecto del agua en la última semana de junio ha empeorado debido a la eutrofización tal y como ha ocurido en años anteriores. El agua se ha vuelto verde y cuesta ver el fondo en las partes más profundas. A diferencia de años anteriores no han proliferado las algas filamentosas sino las microscópicas que son las que dan la tonalidad verde al agua.
La población de ranas es considerable así como la de notonectas. De momento no es fácil ver libélulas revoloteando por la charca. Sí gozan de muy buena salud los juncos, la menta acuática y las eneas que adornan las orilas con sus flores que recuerdan a un puro en el extremo de una vara.