Mostramos aquí los resultados del análisis del agua de la charca realizado en julio de 2020. A diferencia de los meses anteriores llama la atención el nivel bajo de CO2, probablemente como resultado de la intensa actividad fotosintética en verano con muchas horas de luz y gran cantidad de algas en la charca. Afortunadamente predominan las algas carachas y no las filamentosas-flotantes. Las primeras se mantienen adheridas al fondo y generan un microambiente «boscoso» que es ideal para refugio de organismos acuáticos y para las puestas de huevos.
En estos días se han retirado muchas plantas de anea que ocupaban el interior de la charca. Estas plantas se extienden por rizomas que parecen reptar sobre el fondo de la charca emitiendo tallos verticales cada 10-20 cm. También se han suprimido parte de los juncos de las orillas: aquellos cuyas puntas afiladas son peligrosos.