El 15 de diciembre se reunió el Comité Ambiental para realizar una parte de la ecoauditoría de este año que trata de la resiliencia aplicada a la situación de pandemia que estamos viviendo. Durante el primer trimestre en cada clase se ha analizado un aspecto diferente de este asunto y el Comité Ambiental se ha centrado en cómo nuestro Instituto y la comunidad educativa están superando esta crisis.

En lugar de enumerar las pérdidas que la pandemia nos ha supuesto como centro educativo, los miembros del Comité, han expuesto en qué ha mejorado La Madraza y que deberíamos incorporar al futuro de la vida del centro. Algunas aportaciones se realizaron oralmente y otras por escrito en los post-it que se muestran en la imagen.

  • Entre los cambios positivos que ha provocado la situación sanitaria destaca un mayor orden en el Instituto, menos ruido y mucha más tranquilidad en los pasillos por los que se puede circular con comodidad. Esto ha sido posible gracias a la reducción del número de alumnado que asiste cada día (aproximadamente el 65% de lo que teníamos normalmente), a la norma de no salir del aula durante los cambios de clase, a la existencia de tres recreos y a la concienciación de todos los miembros de la comunidad educativa. Otra medida a destacar ha sido la supresión de timbres en favor de música ambiental.
  • Ha habido un aumento de la autonomía del alumnado en la gestión de su propio aprendizaje y de su tiempo, sobre todo para quienes asisten a clase solo días alternos. Se muestran más diestros con las plataformas educativas y las aplicaciones informáticas. Manifiestan que, en algunas asignaturas, les son muy útiles las explicaciones en vídeos que pueden ver tantas veces como necesiten.
  • Las clases magistrales han perdido peso a favor de la realización de tareas autogestionadas por el propio alumnado. El rol docente ha cambiado de explicar a proponer tareas interesantes y creativas y a orientar el trabajo del alumnado.
  • En cuanto a los contenidos de las asignaturas, han ganado protagonismo las competencias y el tratamiento de asuntos de actualidad, particularmente la situación sanitaria, social, ambiental…
  • La búsqueda de espacios ventilados ha llevado a dar algunas clases al aire libre. Se considera que los espacios exteriores no son solo para el recreo.
  • El desarrollo de la comunicación por videoconferencia, a pesar de sus limitaciones, ofrece posibilidades nuevas de encuentro y de acceso a personas expertas y alejadas.
  • La necesidad de recurrir a las nuevas tecnologías ha hecho preciso detectar quienes carecían de los dispositivos electrónicos y ha motivado una mayor sensibilidad hacia el alumnado que carece de los recursos adecuados para el trabajo escolar.
  • Las comunicaciones entre las familias y el profesorado se han ampliado gracias a iPasen. También han sido posibles las videoconferencias entre las familias y los tutores o tutoras e incluso el equipo directivo se ha podido reunir con los delegados y delegadas de las familias. En general, los padres y madres se han mostrado más interesados por la tareas escolares del alumnado.
  • La limpieza del Instituto ha mejorado mucho. Ha influido la reducción del número de alumnado, el no salir del aula durante los cambios de clase, el comprar menos chucherías, la concienciación individual y la inercia social que se ha creado sobre la higiene y, muy especialmente, el contar con un equipo de limpieza durante las mañanas.
  • La sustitución de recreo convencional de 11:15 a 11:45 por tres recreos diferentes también ha supuesto una mayor tranquilidad en los patios, en la cafetería y en los pasillos. No obstante, tres recreos parece excesivo en una situación pospandemia y, además, tiene el problema de que no pueden interaccionar alumnos y alumnas de distintos niveles, participar en ligas deportivas, en juegos, reuniones de comisiones, etc. Varios miembros del Comité consideran que lo ideal sería tener dos recreos: uno para la ESO y otro para Bachillerato y Ciclo Formativo.
  • La salida escalonada del alumnado al final de la mañana y la asignación de cancelas diferenciadas para cada nivel evita la acumulación de mucha gente en la salida y también se podría mantener tras la pandemia.
  • Ha aumentado la consideración y el respeto hacia otras personas y hacia su salud. Las pérdidas sufridas por diversas personas de nuestra comunidad educativa han incrementado la sensibilidad, la empatía y la solidaridad.
  • Se valoran más cosas que antes se daban como normales como asistir a clase, las explicaciones en directo, el tener un compañero o compañera al lado, el hacer trabajos en grupo, las relaciones sociales, el hacer deporte durante el recreo, las excursiones, las actividades complementarias, etc.

Asistieron a esta reunión los siguientes representantes del alumnado: Carmen Fuentes, Elva Hernández y Paula Izquierdo (2º ESO), Ángela y Lucía Santiago (3º ESO), Jaqueline Zimmer (4º ESO), Fabián Torres (1º Bachillerato) y Ruth Trenado (2º Bachillerato). Las familias estuvieron representadas por Gabriela Rodríguez y Emilio Gómez. Como representantes del profesorado asistieron Miguel Ángel Bailón, Francisco Bazoco, Helvia Blanco, Lourdes Domínguez, Ángeles Guzmán, Montserrat López, Elena García y Pablo Acosta.