Como ya sabéis, este proyecto lleva varios años desarrollándose en nuestro centro pero no acaba de funcionar como debería. Este año vamos a intentarlo de nuevo porque partimos de las mejores condiciones, con ese lavado de cara que ha recibido nuestro “viejo centro”, para llenarlo de estética, valores, dignidad y respeto  que deja espacios nuevos que decorar y esto hará que entre todos, alumnos sobre todo, piensen que quieren hacer con ellos y también es una oportunidad para nosotros que siempre nos hemos quejado de la suciedad y del aspecto de nuestro centro determinados días y horas. En este proyecto, el alumno debe ser el motor, hacerle ver y tener conciencia clara de la necesidad de participar activamente.

Podemos ayudarlos mucho, sobre todo con nuestro entusiasmo, contagiándoles las ganas de hacer cosas nuevas de las que nos beneficiamos todos pero sobre todo ellos, asesorándolos. Pretendemos que tomen como núcleo su clase y a partir de ahí trabajar cada día para conseguir lo que todos queremos: un centro limpio, que como se dice, no es más limpio el que más se limpia sino el que menos necesita limpiarse o algo así.

Si nuestro deseo de mantener limpio y decorado el centro es unánime, nuestro entusiasmo debe serlo también ya que creemos en el proyecto y parece que esto es lo que ha fallado otros años. Si nosotros lo hacemos de mala gana, los alumnos también.

Con esto, quiero deciros, que debemos hacer hincapié en este tema todo el tiempo que necesitemos y desde el primer día ya que cuando empiecen a ensuciar la solución se convertirá en sanciones y más sanciones que  no gustan  a los alumnos y a nosotros menos, y en eso creo que todos estamos de acuerdo.

Para este nuevo enfoque del Proyecto Ecoeduca necesitamos en primer lugar la ayuda de los tutores, son los más cercanos a los alumnos, son los que van a recibirlos, a mostrarles el centro y a sensibilizarlos con el entorno en el que van a vivir muchas horas en los próximos meses.

Pensamos que lo más importante de este primer día es darles a conocer el esfuerzo tan grande que se ha tenido que hacer para las reformas y la limpieza que se han encontrado: pintura de aulas, arreglo de baños (que comparen con los antiguos), ventanas del gimnasio, papel y jabón en todos los aseos y el compromiso de seguir con estas mejoras si se cumple una norma muy fácil: los alumnos deben, en algunos casos, cambiar de aula por distintos motivos y cuando vuelvan deben notificar al tutor, al profesor que haya en ese momento, en secretaria o jefatura aquello que hayan detectado que está mal, si no se hace así y el desperfecto se detecta después, la responsabilidad será del grupo y el arreglo también. Se pide a todos que lo cuiden y que no miren hacia otro lado cuando alguien deteriore el centro.

Durante los primeros meses el alumnado debe participar, con ayuda del tutor y de los profesores que forman el equipo educativo en la preparación de su espacio tutoría, en la personalización de un lugar que siendo muy similar al de otros grupos e incluso al de otros centros, le ayude a encontrarse bien, en comunidad con el resto de sus compañeros.

Cada tutoría participará activamente en reflexionar sobre los espacios, rincones, necesidades que debe cubrir su aula. La clase se irá llenando de experiencias, trabajos, salidas y viajes que deben dejar una huella y el tutor deberá, en cierto modo asesorarlos.

Estos valores, aunque repitamos lo mismo, deben salir del aula y trascender al centro. Esculturas, carteles, rincones… deben dejar constancia de la vida cultural y escolar que diariamente promovemos.

Cada grupo con su tutor al frente realizaría un trabajo de reflexión inicial, formulación de objetivos y diseño del plan de trabajo. De esa forma cada grupo sería totalmente autónomo en el ámbito de su propia clase, es decir no se le impone nada, todo lo contrario se les anima a diseñar su propio plan.

Se pueden crear unas jornadas para que cada grupo explique su proyecto o experiencia e incluso  debates para que conozcamos la importancia que han concedido y conceden a este tema.

Para la decoración de los pasillos se puede asignar una pared a cada clase. También puede haber un profesor que supervise una planta, revise los tablones, detecte los puntos de suciedad. Para eliminar estos residuos se podría establecer de forma rotatoria un equipo de limpieza que  intervenga al final de los recreos. Esto mejoraría mucho la imagen del centro durante la segunda mitad de la mañana y disuade a los que ensucian.

La limpieza de los patios habría que abordarla igualmente desde las tutorías. Aquí es importante el papel del profesorado de guardia distribuyéndose bien por todos los patios y llamando la atención a quien ensucie y prohibiéndole el acceso de forma temporal (partidos de la liga o pista de voleibol).

Se puede utilizar como sanción, en vez de la estancia en la biblioteca, el recorrer los patios durante el recreo con unas pinzas gigantes y una bolsa (las pinzas resultan atractivas).

Todo no tiene que estar terminado en un mes, pero si anticipar ese orden del que hemos hablado y mantener la limpieza que exigimos a lo que nos rodea. Se puede plantear un primer concurso de limpieza-decoración del aula y así tendremos las clases decoradas en poco tiempo y todos verán el resultado-premio de forma cercana. Este premio puede ser una salida y puede premiarse a varios grupos que lo hayan hecho bien. La opinión del personal de limpieza es fundamental. En todo caso y  con la ayuda del Dpto. de Orientación  se seguirán intercalando sesiones de tutoría con este tema o al menos dedicar unos minutos a revisar la marcha del programa.

Jefatura de Estudios debe intervenir en la reunión que mantendrá con los alumnos en el salón de actos y volverle a explicar todo esto ya que desde jefatura les impone bastante.

Por último, si bien nuestro centro se caracteriza por participar en infinidad de proyectos, salidas, intercambios, jornadas, Comenius, efemérides…, toda una actividad “arrolladora”; aún no hemos conseguido que al entrar en el instituto el espacio (paredes, bancos, rincones, entrada, pasillos, servicios) hable y se vista de todo lo que hacemos y somos.

 

Síntesis realizada por MªDolores Corral con aportaciones

de Pablo Acosta, Montserrat López y Ricardo Montiel.